Lo más curioso es que la otra lápida no es para un muerto sino para su propia hermana gemela Kara, que aún está viva. Aún no se sabe en que estaban pensando esta familia, pero es definitivamente muy pero muy loca esta idea. Lo cierto es que esta idea extravagante tan solo duro un día, ya que al día siguiente las autoridades del camposanto han cambiado de parecer y decidieron quitar las dos lápidas y pidieron a la familia colocar una más formal, según publica el New York Daily News.
Los dueños del cementerio le han propuesto pagarle la suma de 42.000$ que costaron aproximadamente las dos lápidas y hasta comprarle unas nuevas más tradicionales, sin embargo la familia está muy molesta por el actuar del cementerio.
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